El año lo empecé enamorado, la vida me seducía
felizmente... Aunque una máscara que hundía mi tristeza no me dejaba ver la
felicidad de lo que tuve. Dicen que nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde
y hoy extraño mi libertad. Nunca había tenido un “año nuevo” tan notable como
el 2012...
Un año lleno de cambios, de personas nuevas, de sentimientos, deseos,
estrellas, risas, llantos, música, dinero, éxito, miedos, corajes, enojos,
destrozos, decisiones, proyectos, algunos completos y otros inconclusos... Lo
cual esperemos que no siga así por mucho.
Proyectos de vida que agarraron su camino, oportunidades tomadas,
oportunidades que se fueron, amigos, familia, cambios y más cambios. Amigos que
van, amigos que vienen, sonrisas fingidas y llantos amargos. Risas espontáneas
y lágrimas de felicidad, nacimiento de nuevos familiares, encuentros
desconocidos y ciegos... Y mucho amor que quedó por darse.
La conocí, la conocí a ella también, ah, y a ella también... La que no
entiende este texto, a la que quise más, la primera se fue del país, la segunda
se fue de mi corazón y la tercera simplemente desapareció, como un soplo en la
neblina, como la oscuridad entre luces y el café disolviéndose en agua
caliente... Ella y sus besos inolvidables y su perfección inalcanzable porque
todos somos imperfectos, incluso ella que tenía tal perfección.
Besos no dados,
tecnología atrofiada, descubrimientos y sabiduría de la mano de llantos, tanto
por descubrir y sin manual de dónde empezar.
Gracias por las nuevas personas que aparecieron en mi vida, gracias a todos
los que apoyan mis proyectos, gracias a los que están ahí y a los que ya no,
los que creyeron en mi y los que nunca lo hicieron y ahora me ven despegando,
los que creyeron y desistieron, gracias a todos.
Feliz año nuevo, que 2013 sea un año lleno de éxitos y sabiduría,
descubrimientos y personas nuevas, vida y felicidad... Que tengan una vida
espontánea y paciencia para soportarla. Amor y abrazos, deseos y luz para
todos.