La libertad de México personal.

Ese México que me apasiona, el que me hace llorar en estos momentos, el que quiere despertar pero el grande no lo deja… el que hace que un edificio sea una casa si quiere y que una hormiga sea un dinosaurio si se lo propone, ese que corrompe las ideas de la gente, ese que lava cerebros con detergente… ese mismo al que amo con todas sus fallas, que a pesar de todo, quiero que sea mejor para todos sus habitantes, para sus familias, su cultura, sus principios, su educación.

         México; un país rico en minerales, vegetación, alimentos de los más exquisitos del mundo, gastronomía no se diga, mujeres hermosas, construcciones espléndidas, magnífica gente, trabajadora, sagaz, segura, con  un pequeño gran defecto: ignorante.

         El mismo país que me dio cuna, casa, comida, educación, ropa, aprendizaje, amigos, familia, todo lo que me hizo ser como soy ahora incluyendo golpes, cicatrices, peleas, discusiones, humillaciones, llantos, gritos, enojos y un largo etcétera…

         El mismo que se encuentra en una situación bastante desconcertante donde espero que se haga una cosa, creo que pasará otra cosa y tengo un presentimiento que nada de eso pasará, sino lo contrario. Un gobierno que ignora que la gente no ignora porque atiende a la gente ignorante.

         Honestamente me da tristeza ver que toda la gente se detiene en sus convicciones porque ve que otros lo hacen, me da tristeza ver a la gente que quiere ser americana y no admite ser mexicana en cuanto la oportunidad se le presenta; se ponen nombres falsos en facebook, quieren comer sólo en locales extranjeros y hasta hablar inglés solamente hasta dentro de sus casas; no digo que nunca lo hagan, todo es necesario pero no quieran aparentar algo que no son y no nieguen lo que son porque nunca lo podrán cambiar.

         Esa convicción que me llevó a escribir esto es la misma que ustedes pueden tener por realizar una película, un viaje, tener un hijo, una familia… hacer un negocio, comprar un auto, tener una casa… cualquier cosa, pero aunque a mí me han dicho que lo que hago no sirve yo lo hago por gusto, por convicción y porque a MÍ es al que me hace feliz, mientras yo sea feliz el mundo puede rodar. Soy feliz porque soy libre, libre de culpas: no hago daño a nadie o trato de no hacerlo, soy consciente de que no debo conseguir dinero a costa de alguien más, al contrario si puedo lo ayudo… es mi convicción y me hace feliz, no entiendo qué les detiene en hacer lo que quieren y desean, ustedes son los únicos necesarios en su proyecto; todo lo demás ustedes lo pueden conseguir, luchando, perseverando… como el cambio; yo hago mi parte, informar, marchar cuando puedo, me informo, leo, estudio, estudio otro idioma, todo lo hago por convicción y porque sé que si no lo hago mi mente no será libre y yo no seré feliz…

Libertad y felicidad, de la mano en mi vida.

Esa mierda mental que se cargan...

La libertad es algo que se lleva a todos lados; no importan los regímenes que te impidan ejercer tu cuerpo en libertad total, cuando algunas situaciones de fuerza mayor te complican el hecho de que tu poder de existir sea empleado.

Pueden decir miles de cosas; que es libertinaje, que no sirve lo que hago, que mi vida es un desmadre, que mi tiempo lo desperdicio, que no cuido el dinero, que mis prioridades están mal, que me dedique a tal o cual cosa, que sin dinero no se hace nada, que todo está controlado, que el gobierno en donde quiera es lo mismo, que bla bla bla… ¿PODRÍAN CERRAR EL PINCHE HOCICO?, déjenme soñar, déjenme sentir, déjenme hablar, déjenme existir…

¿Drogas? No, no me interesan, no me interesa ganar dinero fácil ni consumir estupefacientes.

¿Dinero? Acabo de decir que no es mi propósito principal, sé que la vida es más fácil con dinero, vas a más lados, compras más cosas, vives más cómodo, pero no lo es todo.

¿Qué la gente me va a hacer daño? No han visto todo el daño que yo le he hecho a la gente, eso han de decir ellos de mi. No me hacen daño si no quiero y ¿quién quiere que le hagan daño? NADIE.

¿Qué no confían en ellos? Yo también tengo derecho de confiar, de confiar en quien yo quiera… no en quien ustedes quieran, yo también pienso, yo tengo boca, hablo, explico, quiero, critico… yo lo puedo hacer.

De verdad, esas se dan una cuarta más abajo del ombligo.

Pienso como quiero, no pienso hacer mal, al contrario… me gusta hacer el bien, pero me alejo de las personas que no quieren recibirlo, no requieren mi ayuda o tratan de decirme qué hacer, ¿nunca les he dicho qué hacer verdad? ¿Conocen el dicho “no hagas lo que no quieres que te hagan”? Exacto.

Mi mente es libre, llena de ideas y una idea necesita más que balas para morir.

Naciendo.

Cuando escapas y vuelves a empezar, nada es igual… no confías igual, no amas igual, no vives igual. Aunque el mundo no cambie.

Destruyes tu cuerpo en una ebriedad mental, mientras imaginas a tus amigos junto a ti… tomando un trago, cantando un blues… fumando un cigarro, pero ellos pronto desaparecen al igual que tu sonrisa. Tan solo esperas que la vida siga, que no se detenga… para que tengas algo en qué pensar y no distanciarte de aquellos que más quieres aunque los extrañes.

Los une un monitor, los unen unos dedos que escriben y lanzan ideas, deseos, imaginación… pero nada es igual, aún con toda la seguridad supuesta que vives y la violencia real que ellos describen prefieres enfrentar la violencia codo a codo con tus hermanos, con tu sangre distinta y desgarrar tu corazón a la par… sin parpadear y sin dudar.

Luego te das cuenta de que aunque así estés, embriagado mentalmente escapando de esta realidad que quisieses que fuera un sueño, no cambia nada… por más que lo desees, por más que lo sueñes. Rompes en llanto mientras sigues, escribes y esperas a volver a probar esos labios por medio de la lluvia, esos labios que romperías los cielos para volver a sentir… porque ni la matrix me haría sentir lo mismo que ella… aunque no la tenga cerca, sólo sentirme cerca… mi tierra, la extraño.