domingo, 16 de septiembre de 2012

Terapia de risa familiar.




         Hoy fue un día que empezó muy raro, todos los días son raros aquí. Desperté por una llamada que era algo del trabajo, me desperté asustado porque pensé que era urgente, que tendría que irme justo al levantarme y yo sucio, con lagañas y algo modorro… Pero no, fue una llamada que sólo sirvió de despertador y para conseguir un trabajo pendiente.
 
         Inicié mi día, me presumía a mí mismo de tener nuevas cosas qué hacer y estaba tratando de buscar más cosas para ampliar mi mercado en el negocio, pero recordé que tenía tareas qué hacer. No las hice hasta más tarde.

         Otra llamada de trabajo, nada urgente… Y un aviso de reunión familiar... -qué aburrido- de pronto pensé sin saber lo que pasaría.

         Después del trabajo fueron por mí para llevarme al lugar de la reunión, nos juntamos; todos calmados, platicando, carne asada, risas, pláticas, mujeres en un lado, hombres en otro lado y pubertos encerrados en sus celulares… Una, para ser exacto. Y pensar que yo era así hace unos 4 o 5 años, qué goey. Juar juar.

         Me uní al grupo de “los hombres” que se conformaba de primos segundos, primos hermanos, mi papá… todos contando anécdotas, hablando de recuerdos de su tierra, amigos, primos; yo mientras pensaba que no hay otra oportunidad para vivir, para decidir y elegir existir ejerciendo tu derecho de vida que el ahora… Vivir el presente y aceptarlo, aprovecharlo plus seguir caminando, como una tortuga que vive lento, que descansa cuando se le acaba el aliento, paso a paso, agarrada a la vida, encantada de vivir.

         Risas volaban al igual de botellas de cerveza y platos con residuos de comida; hasta la gripa se me olvidó, equisde… Me siento extrañando a mis amigos, pero la familia donde quiera me seguirá. Aprovecharlos mientras los tengo, porque la dinastía se va quedando… No es lo mismo yo que tengo menos de 20 a mi papá que tiene más de 50, escuchar sus anécdotas me refresca la sonrisa…

-      “Una vez Ramiro (un tío) estaba ordeñando a la vaca, ahí en el corral... Ya casi terminaba, tenía una tina ya casi lleeeeena y que llega Chabela (su esposa) y le da una patada a la cubeta, y dice Ramiro: “¡Eso Chabela! Para que vean que regamos con leche, pos ¿Cuál pobreza?” … y que se enoja la Chabela”

-      (Esta la contó un primo segundo) “Un día cuando acababa de llegar acá a Estados Unidos, fui a llevar a Tachún (un familiar) al Jack in The Box (un restorán como McDonalds) según yo para presumir que ya sabía inglés, me mandaron por 12 tacos… Yo tenía 8 meses aquí, que llego y según yo pido 12 tacos ¿no? Y luego me dicen: 12 Jumbo Jack? Y yo: Yes! ¡Me dieron 12 hamburguesas en lugar de tacos!”

     Y se soltaban las risas a placer… Mi fluidez de la risa aumentaba conforme las cervezas se vaciaban pero era tan bueno saber que la familia sigue igual o más unida que nunca,

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