sábado, 8 de septiembre de 2012

Depresión tecnológica.



Me hiciste morir en tres sesiones;
estabas mal, te ayudé a salir de ello,
cuidando cada parte de tu arte, incluyendo tu cuello
el cristal de tus ojos se rompía pero no causó decepciones…
mientras con canciones sentía más emociones
destruía poco a poco esa escoria de tu vida

Y tú no decías nada, complacida de mi tacto
no me retracto por hacerlo, mucho menos finjo actos
ni aparatos que persigan mi mente hiperactiva
que recuerda cada segundo como fechas atractivas

Tan pronto recordé llegó la sesión dos

Terminé de remover todo lo que quedaba mal
después de tiempo cuidando que todo fuera en su lugar
te viste en un espejo, te sentiste bien
me dijiste que siguiera, yo sin dudarlo acepté
te puse cubierta nueva, reluciente te dejé…

Y al pensar que todo estaba perfecto
se asomó la parte tres:
cuando todo estaba perfecto en su sitio
un grito de visión dio mi mente de litio
mis ojos fijados en tu punto principal
gritaban que esto no podía acabar…
no respondías, todo estaba mal…
me deprimí… te destruí, pobre iPad de mi amar

No funcionaba tu botón de prendido y apagado
silencio, volumen y todo vi desesperado
nada funcionaba… todo lo había jodido
con mi insensibilidad manual y nada más, todo perdido

Depresión, post-romper-iPad, siguiente sesión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario