Sus dedos, son como
algodones cayendo sobre notas musicales… son frágiles, blancos, tersos cual hisopos
cayendo en agua lentamente… no los puedo tocar, pero los puedo sentir… sin
recorrerlo, recorren mi cuerpo, como si yo formara parte de aquel piano… pensándolo
bien, sí me gustaría ser parte de él.
Ella se reduce a su
mundo musical, no necesita más… su cabello oscuro, hasta los hombros, quebrado,
piel blanca… su rostro no alcanzo a percibirlo, solo observo su espalda… pero
eso es suficiente para hipnotizarme al lado de la melodía que sus dedos cantan
para mí.
Yo la observo, desde
la distancia; ni siquiera sé si ella ha notado mi presencia pero no me importa
yo disfruto de mi ausencia subjetiva, en su mente distraída… o concentrada; en
recitar esa melodía.
Le Moulin – Amelie Soundtrack.
No hay comentarios:
Publicar un comentario