Justamente
hace 1 semana platicaba con una chica, platicaba de las cosas que nos
dedicamos a hacer y lo que nos gusta hacer en nuestros tiempos libres...
ella es linda, graciosa y hasta tiene un grado de cultura considerable
para su edad (15 años) así que me llevó a la conclusión de que quizá
ella gustaba de leer... así que se lo pregunté y me dijo: “NO, no me
gusta leer” a lo que continuó con una pregunta: “¿por qué te gusta
leer?”, en ese momento necesitaba dar una respuesta rápida y lo que
pronto salió de mi fue: “Es divertido, entretenido y aprendes cosas de
los libros”... pero mi respuesta no me convenció a decir verdad, así que
estuve buscando una respuesta que me agradara y me llevó a lo
siguiente:
El
leer se expresa con calma, es una reacción que se puede apreciar en
varios aspectos... cuando leo en voz alta es extraño que desenfoque mi
mente de lo que estoy leyendo ya que pongo atención visual y auditiva
mente cuando las palabras caen sobre mi oído y escurren hasta el cerebro
donde al mismo tiempo recaen las imágenes de las letras que lentamente
analizo y acaricio con mi mano y mi vista... como si fuera una doncella
que merece ser tratada con delicadeza, poco a poco recorro esas letras
con la yema de mis dedos y la imaginación vuela... donde las imágenes
que forma mi cerebro tienen relación inmediata con lo que esté leyendo,
el poder que se tiene es que todo lo imaginas a tu gusto... a pesar de
que lo que leo no me agrade demasiado, lo que imagino es lo más perfecto
que puede estar para mí, es como
una canción que empieza tranquila y el tono va subiendo hasta
convertirse en un placer que no puedes dejar de sentir... hasta cierto
punto es adictivo. Lentamente lamiendo los labios de mi imaginación sube
el tono de mis caricias y creo un escenario donde las uñas de la
doncella llamada narrativa, prosa, verso o cualquier otra forma de la
literatura comienzan a desgarrar mi espalda hasta el punto que deseo
arder. Simplemente entendiendo la
fachada de la pasión, donde me invade la convicción de tocar, escuchar,
sentir esa sensualidad que recorre en toda su expresión aquel libro que
se encuentra escondido, aterrado... Donde la enseñanza es, según la
perspectiva y el ánimo que traiga, algo que puedo aplicar diariamente,
en alguna situación rara o quizá solamente fueron pensamientos
metafóricos y una buena poesía que quise degustar con mi propio ser.
Y
así es como defino el leer, como mi amante, el amor de mi vida y con lo
que aprendo que realmente lo que importa es lo de adentro y no
simplemente la portada...
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