martes, 13 de marzo de 2012

Su tristeza fingida... (e inocultable)



Ella, una persona hermosa, unos ojos esplendorosos, un corazón tan perfecto que podría hacer llover con él, con buenos sentimientos y buenas razones para vivir… al menos así la conocí, una persona que lucha(ba) por lo que quería, por su familia, por su escuela, por sus amigos… la que se enamoró perdidamente, la que se creía invencible con su corazón, me alegraba verla tan entusiasta y feliz, tan decente y como una actriz, formal… con principios, con dignidad…

Un tiempo no supe de ella y ahora que retomé contacto me doy cuenta que ha cambiado, su piel se ha tatuado, su cuerpo perforado y lo que es peor… un corazón destrozado, lo que causó su cambio.

Aquel amor que sentía, un día dejó de existir… no sé cómo ni por qué y a decir verdad no quiero saberlo, sé que me entristecerá. Más aún de lo que me entristece verla perdiendo su dignidad, en esos ojos vidriosos que no dejan de llorar en noches de ebriedad, recordando el nombre del amor de su vida que simplemente se fue… y a pesar de que ella está con alguien más ahora, ella lo extraña porque sabe que nada malo pasó entre ellos… sus actitudes espontáneas y por placeres momentáneos perdió lo que haría que toda su vida fuera feliz, el amor verdadero.

Ella ni siquiera sabe que escribo esto, ni siquiera sabe que reflexiono sobre su vida ni si quiera leerá esto o al menos es lo más probable… Ella se ve muy bien físicamente, se toma fotos posando y mostrando su cuerpo espectacular, pero me es inevitable notar su tristeza a causa de la ausencia del amor real, esa sonrisa fingida que no puede ocultar, pero no para de mostrar… la que no es real porque recordarlo a él, ése que le trajo el amor verdadero a su corazón un día, no trae un sentimiento alegre, sino amargura… Un suspiro me hace reflexionar su tristeza, y pensar si ella sabe que yo lo sé (y quizá muchas personas también) solo con verla.

Ella está con alguien más ahora, pero no será lo mismo, una barrera más fuerte ha puesto su corazón, ahora no se enamorará tan profundo como lo hizo antes y si lo llega a hacer, será tan doloroso y frustrante que no volverá a confiar en nadie, no confiará de la misma manera que lo hizo con él, el que juró amor eterno en el cual creían los dos, pero por unas peleas absurdas, unos celos maximizados y unos placeres momentáneos, todo se perdió…
Ella se embriaga, se droga, se pinta su piel, se perfora su cuerpo argumentando que no es por él, pero solo ella y Dios saben la verdad.

El dolor de su corazón no sanará pronto
Y mucho menos lo hará con el amor de otro
Ella lo extraña y no se sabe si él piensa lo mismo de ella
Pero lo que nadie niega es que su alma dentro es de una doncella
La belleza física sigue siendo la misma
Pero el alma es la que distingue sobre todo el carisma
Su atractivo visual atraerá muchos hombres
Pero ninguno entenderá su dolor, tan solo serán más nombres
Cumbres y escombros traerá esa demolición
La que causó que el edificio del amor se convirtiera en traición
Probablemente ella sabe que él también la extraña
Probablemente ella no se atreve a decirle a su mente que solo la engaña
El corazón es el que habla en este tipo de situaciones
Y la alegría que él le trajo no la recuperará con bombones
Aquel día en que vea que su corazón vuelve a amar
Será el día que la vea contenta, con él solamente… sin hilos que atar

Aprendo la lección, es difícil que se olvide algún incidente como éstos… y verla tan triste, fingir una sonrisa con todos los demás, todos los días, es doloroso… para mí que soy un extraño en su vida, no me gustaría ser el causante de su tristeza, no me gustaría estar extrañándola sin decírselo… pero Dios dirá cómo aprenden las lecciones las personas, y ¿quién soy yo para juzgar su poder?… y ¿quién soy yo para decirle lo que tiene que hacer? Solo espero que se dé cuenta pronto, y si saben de ella díganle que no tenga miedo, que deje a su corazón hablar, que luche por aquello que anhela sin más…. Díganle que la lucha es dura pero, solo él la hará sonreír, igual que lo hizo cuando niña, enamorarse y perderse en el misterio del amor y vivir la historia que soñaron juntos… que no es posible romper por unos cuantos asuntos.

Díganle que deseo verla sonreír de nuevo, y el que no arriesga no gana… díganle que él no entiende de indirectas, sino de palabras de frente, sugiéranle que se arriesgue… y probablemente su corazón gane.

Todos podemos tener nuestro cuento de hadas… solo hay que mantener la calma, luchar por él porque no es gratis, cuidarlo y mantenerlo… un trabajo arduo pero una recompensa inimaginable. 

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