sábado, 3 de marzo de 2012

Un día al parecer normal.


Un día en el metro, cualquier día normal se podría pensar… llevaba 15 minutos esperando más que de costumbre

-¿Por qué tardará tanto? – pensé

Seguía escuchando música alta y la gente cada vez más se aglomeraba, el calor era sofocante mientras tanto entre cada pausa de la música en mis audífonos se oía al fondo el bombo y las maracas de un grupo de muchachos tocando música jamaiquina. Las 8 con 30 de la noche, al parecer se hacía cada vez más lento el tiempo… volteaba al reloj cada 10 segundos pensando en que habían pasado al menos 10 minutos… De repente… Un momento de silencio… Una pausa en el ambiente, la gente no se escuchaba, la música en mis audífonos cambiaba, y el bombo de aquel grupo musical había cesado de tocar… estaba a unos cuantos centímetros de las vías del metro, un escalofrío sacudió mi cuerpo y comencé a tambalear, mis pupilas se dilataron mientras el silencio recitaba un verso para mí:

Cuando encuentre a esa mujer,
A esa mujer que diario sueño
A esa que día a día encuentro
Pero siempre frunce el seño…
Cuando sonría a mis locuras
Cuando vea mis travesuras
Cuando sepa mis aventuras
Y se involucre en mis dulzuras
Anocheciendo en esta ciudad
Cruda, vacía y oscura
Mientras encuentro que cuidar
Y mi amor esperando su cura…

El verso pausa, y me grita que lo termine… mi mente se vacía y encuentro un lugar que mirar… se volvió a pausar el tiempo…

- ¿Qué me está pasando? ¿cuándo empecé a divagar? ¿qué hora es?
Veo el reloj… 2: 30 am

- ¿Cuándo pasó el tiempo?, ¿en verdad se pausó o me distraje tanto tiempo?
Esa hora es muy tarde para esperar el metro, no sé cómo haré para ir de regreso a casa, encapucho mi cabeza envuelta en mis grandes audífonos, mi cabello cubre mi cara al mismo tiempo que la brisa fría… Cada día pasan cosas extrañas en mi mente, no se porque pienso en ella, sin siquiera conocerla…

- ¿Cuándo será el momento?
Volteo y la gente ya no estaba, sólo un vagabundo en el pie de la escalera con una botella de alcohol barato en su mano…

- Si tuviera un hijo, cuidaría de él menos que de su alcohol - un pensamiento susurró en mi oído
- ¿Qué es el presente?

Si estuve más de 4 horas sin pensar en nada más que en unas cuantas líneas de poesía barata… ¿qué pasará si escribo una buena canción?... Caminando en medio de parques oscuros, fríos y al parecer inseguros encuentro un lugar para sentarme…

Verdad maldita, ¿donde estas?
¿Por qué te ocultas de mis ojos sin preguntar?
¿Dónde está esa chica que no puedo ni mirar?
¿Es acaso mi amor que no podré encontrar?
Quién diría que tengo un recuerdo,
Un recuerdo de su mirada, su sonrisa y sus gestos
Sueño que ya no me deja estar cuerdo
Ya ni dormido puedo distinguir mis textos
Asteroide de pensamientos sufre mi inerte mente
Pensaré mejor muerto y quizá más lentamente
Cuando encuentre la manera correcta de cuidarte
Cuando haya descifrado el poder no asustarte
Quién diría que te encontraría en mis sueños
Llamo sueños a este día a día
No te asustes cuando me olvido de ellos

Si te dijera que caí dormido antes de terminar el verso… ¿me creerías?
No podía esperar a despertar, donde los sueños están a la deriva y encontrar tu presencia una vez más…

No hay comentarios:

Publicar un comentario